sábado, 25 de abril de 2009

Valoracion Personal

En mi opinión, lo más difícil de este trabajo ha sido buscar información con relación al franquismo. Bien puede ser por la censura que se vivía en aquella época o porque algunos hechos no han sido estudiados lo suficiente.

De todas formas me ha parecido interesante el trabajo porque a todo el mundo le gusta conocer la historia de su ciudad, pero pocas son las personas que se esfuerzan en informarse. Gracias a este trabajo he conocido muchas cosas y me ha ayudado a conocer mejor mi propia ciudad.

Comienzo del Festival de Cine de San Sebastian

El Festival alcanza este año su 56 edición, con el mismo entusiasmo con que nació un 21 de septiembre de 1953, sin haber sufrido interrupción alguna desde su creación.

La idea la tuvieron un grupo de comerciantes de la ciudad dispuestos a alegrar el verano, el veraneo de la bella Easo. Contaron para ello con 250.000 pesetas de la época y consiguieron un superávit de 5.066 pesetas que donaron a la beneficencia de la ciudad.
También contaron con folclóricas como Paquita Rico y Carmen Sevilla y con galanes como Mario Cabré y Francisco Rabal. Hubo 19 películas de varios países y el toque internacional lo dieron actores franceses. En 1954, pensaron hacer lo mismo y se lanzaron a la segunda edición. No les fue mal. Tanto es así que a la clausura asistió Carmen Polo, señora de Franco.



No tardó en conseguir el reconocimiento de categoria B (no competitivo) por la FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films) gracias al éxito cosechado en su primera edición. Así, al año siguiente, pasó a denominarse Festival Internacional de Cine, y en 1955 la FIAPF lo reconoció como competitivo y especializado para las películas en color: ya se podían otorgar premios oficiales. Este es el origen de la Concha, entonces todavía de plata, cuyo reparto debía decidir un jurado internacional.
Cuando en 1957 se le otorgó definitivamente la categoría “A”, y la Concha se hizo de oro en las categorías más importantes, habían aparecido los principales iconos del certamen, la referencia desde la que se sigue avanzado hoy en día, es decir, la opción por una corriente aperturista, ajena a los corsés de la censura de aquel momento, y que aún permanece viva. Porque lo que más importa al festival de cine de San Sebastián es ser el escaparate del cine más inquieto y renovador de cada momento.

El tiempo que vivió el príncipe Juan carlos en San Sebastián


De 1950 a 1954, don Juan Carlos, al que entonces todos llamaban Juanito, vivió y estudió en Miramar, rodeado de su hermano, el infante don Alfonso, un grupo de estudiantes y un reducido claustro de profesores. Un tenso acuerdo entre Franco y Don Juan había atado la designación de Juanito como el sucesor y había abierto la posibilidad de que el chaval estudiase en España, lejos del exilio de Estoril y de su padre.

Así que se habilitó una zona del palacio de Miramar como residencia del futuro rey y del resto de internos, tanto profesores como alumnos, captados en familias cercanas a Don Juan. Se despertaban cada día a las 7:30 de la mañana para escuchar Misa. Después del desayuno empezaban las clases, impartidas por un grupo de profesores, dirigido por José Garrido, bastante aperturistas para la España de la época.

Además de las clases, el rey vivio momentos de asueto, que también los había. Excursiones por San Sebastián y alrededores, equitación en la Hípica de Loiola, partidos de hockey sobre patines, asistencia a espectáculos... Y aquel 20 de enero de 1953 en que la tamborrada de El Antiguo entró en los terrenos de Miramar e interpretó la música de Sarriegi ante Juan y sus compañeros.Entre ellos, parece que Jaime Carvajal y Urquijo era el más amigo del príncipe adolescente. También estudiaban en el peculiar colegio, según recopiló alguna vez Koxkas, Juan y Manuel Zayas, Alonso Alvarez de Toledo, José Luis Leal -que llegaría a ser ministro de Economía-, Carlos Benjumea, Juan Güell, Jaime de Torres y Olazábal, Alvaro Urzaiz, Luis Alonso Pérez de Guzmán, Alvaro Arana, Carlos Gaytán de Ayala, Díez de Rivero, Joaquín Pérez Herrasti y Alfredo Gómez Trenor, sin olvidar al infante Alfonso, el hermano menor de Juan Carlos, que fallecería en 1956 por un accidente con una pistola, que estaba en manos de su hermano. Cada familia debía pagar al parecer 2.000 pesetas mensuales, mucho para la época, por aquel internado improvisado en torno a la figura de quien entonces tan sólo era Juanito.

Antigua cárcel de Ondarreta


Recientemente se han cumplido 119 años desde la apertura de la cárcel de Ondarreta. El 31 de marzo de 1890 fueron trasladados los presos que se encontraban en el antiguo colegio de jesuitas a este edificio.

La cárcel de Ondarreta fue, por ejemplo, la antesala del asesinato de 191 personas, entre ellas 40 de Donostia, que fueron sacadas de Ondarreta y trasladadas a Hernani para ser fusiladas allí al filo de la media noche del 17 de octubre de 1936. Los retenían en Ondarreta, les decían que les iban
a dejar en libertad, pero los llevaban a Hernani para ser fusiladas. Así sucedió esa noche del 17 de octubre de 1936. Entre aquellas personas fusiladas se encontraban, por ejemplo, 17 sacerdotes, uno de ellos Aitzol, que fue fusilado por considerarlo nacionalista, sindicalista y precursor de la doctrina social cristiana.

En 1948, los reclusos serían trasladados a Martutene y la cárcel de Ondarreta se demolería en 1949. Semienterrados en la arena se encuentran los cimientos y parte de los muros de esta antigua cárcel.

Antigua ermita del Paseo Nuevo

Fue el 16 de julio de 1941, festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la gente de mar, cuando se inauguró la ermita del Paseo Nuevo, rindiéndose homenaje a los marinos guipuzcoanos que murieron en el Baleares, hundimiento que se produjo durante la batalla del cabo de palos, en Cartagena el 6 Marzo de 1938, y a cuantos dieron sus vidas en el mar.

Junto a la ermita se colocó una estatua, la de Juan Sebastián Elcano, a cuyo pie había una lápida que decía:«Juan Sebastián Elcano, hijo de Guetaria, primero que dio la vuelta al mundo. 1476-1526».

También había unas lápidas con las siguientes inscripciones:
«Juan Lazcano. Natural de Lazcano. Héroe de la conquista de Nápoles, aprehensor de César Borgia. Siglos XV y XVI».
«BIas de Lezo. Natural de Pásajes. Héroe triunfador de Cartagena de Indias. 1687-1741».
«Antonio Oquendo. Nació en San Sebastián. Almirante invencible.1577-1640».
«Cosme Damián de Churruca. Hijo de Motrico. Sabio y héroe. 1761-1805».

Uniendo por parejas las lápidas, aparecían escudos de España y rematando cada una de ellas los escudos de armas de su apellido.

En el año 2002 esta ermita fue sustituida por la escultura de Oteiza, escultura que fue premiada en la Bienal de Sao Paulo en 1957.

Bunkers de Urgull y Monpás


La batería de Mompás fue construida en 1898 para defender la ciudad de San Sebastián de un posible ataque de la marina estadounidense.

Los Bunkers de Urgull y de Monpas fueron construidos en 1944 y 1953. Forman lo que militarmente es conocido como línea P. Cada núcleo tiene una capacidad de entre 400 y 500 personas. Hoy en dia, muchos de estos bunkers se encuentran destrozados; bien por la construcción de carreteras, de urbanizaciones u otro tipo de infraestructuras.

Aún así todavía es posible encontrar cientos de bunkers de este tipo en zonas del cantábrico y de los pirineos. Pero desgraciadamente se encuentran en mal estado, tal y como ocurre en el caso de Urgull y en el de Monpas.

Veraneos de Franco en el Palacio de Aiete

El palacio de Aiete fue construido en 1878 por los Duques de Bailén sobre los terrenos de la casa solar de los Hayet. En él se alojaron Alfonso XIII y la reina María Cristina. En 1939 Emilio Alcalá Galiano, conde de Valencia, venderá el palacio al Ayuntamiento y éste cederá su utilización al general Franco quien lo utilizó desde 1940 a 1975 como residencia veraniega. En 1975 el Ayuntamiento recupera el Palacio y los jardines son abiertos públicamente a todos los donostiarras.

De ahí salió Franco para la famosa entrevista con Hitler en la estación de Hendaya. En el palacio, en el comedor de los duques de Bailén, fue donde Franco dio, en julio de 1945, un importante giro a su política para intentar amoldarse a la nueva situación internacional. Cuando Mussolini ya había sido fusilado y colgado, Hitler se había suicidado en Berlín y la derrota del Eje era una evidencia, Franco hizo varios gestos de aproximación a los aliados, con la esperanza de que éstos olvidaran sus antiguas posiciones: uno de esos gestos fue la remodelación de su gobierno.
Mucho más tarde, en 1967, y con una España admitida en todos los foros internacionales, fue en Aiete donde Franco designó personalmente a los 40 miembros vitalicios del Consejo Nacional del Movimiento, que, desde entonces, serían conocidos como Los Cuarenta de Aiete. También fue durante su estancia en Aiete, cuando Franco estuvo a punto en dos ocasiones de ser víctima de sendos atentados minuciosamente preparados por los anarquistas, de los casi 40 que intentaron llevar a cabo contra el general.

Sagrado Corazón de Jesús en Urgull

En 1950, se construye el monumento al Sagrado Corazón, por suscripción popular, que aunque embellece la población, desdice el carácter militar del castillo que, paradójicamente seguía degradándose en un lamentable estado de ruina.
El monumento al Sagrado Corazón de Jesús fue proyectado por el escultor Federico Coullaut-Valera (1912-1989) y por el arquitecto Pedro Muguruza (1893-1952, autor del Valle de los Caídos).
Levantada por suscripción popular en la cima del monte Urgull, sobre el macho del castillo de la Mota, la imagen del Sagrado corazón es una muestra, tanto por el tema como por la estética, de la escultura oficial de la época, muy lejana de las vanguardias escultóricas encabezadas por Oteiza, Chillida y otros.
La imagen, de más de doce metros de altura, es de hormigón, con el brazo derecho bendiciendo la provincia guipuzcoana por entero, y el izquierdo señalando el corazón. A los pies de la imagen, el relieve del Corazón de María, sobre la puerta de la capilla del Sagrado Corazón.

Calles antiguas de San Sebastian

Hermanos iturrino ---> Calle de Arrasate

Se llamó primeramente calle del Príncipe, en 1866; Pi y Margall, en 1931, al proclamarse la República; Hermanos Iturrino, en 1937, y Arrásate a partir del 9 de julio de 1979.

El Marqués de Valenzuela fue quien escribió una carta al alcalde, carta que fue publicada en la prensa local, pidiendo que la antigua calle de Pi y Margall fuera sustituida por el nombre de Hermanos Iturrino. Estos hermanos, Jesús, augusto y Mario eran tres falangistas donostiarras que murieron asesinados en los primeros días de la sublevación. Jesús Iturrino ocupaba el cargo de Jefe Provincial de la Falange en Gipuzkoa hasta el 26 de Julio de 1936 en que es asesinado.






Victo Pradera ---> Calle de Easo
Nacido en Pamplona en 1872 y recriado en San Sebastián, la juventud de Víctor Pradera nos lleva a las aulas recién estrenadas de la Universidad de Deusto. Su actividad como joven diputado por Tolosa se vio marcada por la defensa de las peculiaridades regionales de España dentro de un concepto uninacional y de la salvaguardia de los derechos de la Iglesia en el estado liberal. El despertar de las nacionalidades y la instauración del comunismo en Rusia marcaron una época que devolvió a Víctor Pradera a una vida pública, abandonada a favor de sus actividades profesionales de ingeniero y abogado. Víctor Pradera se convirtió en el paladín de la unidad nacional española en el País Vasco y Navarra, pero desde una visión descentralizada y en defensa de sus peculiaridades forales, frente a las pretensiones nacionalistas de crear un estado independiente y racialmente vasco. Participó en la formación del Partido Social Popular y colaboró posteriormente, desde una posición crítica, con el régimen del general Miguel Primo de Rivera. Durante la II República, Víctor Pradera se convirtió en el principal ideólogo de los carlistas, pero con una gran influencia en el resto de las formaciones de derechas. El 5 de Septiembre de 1936 fue fusilado por milicias anarquistas.





Avenida de España ---> Avenida de la Libertad
La Avenida de la Libertad tubo el nombre de Avenida de España. La razón que llevo a la clase política local a colocar el nombre de España en un lugar central de la ciudad respondía a la necesidad de llevar a cabo la socialización de la población en el nacionalismo español, y por otra parte a la necesidad sentida por la derecha guipuzcoana de subrayar y reiterar su españolismo para marcar distancias entre su regionalismo y el nacionalismo vasco.

Conversaciones del Azor


El Generalísimo y Don Juan de Borbón aceptaron reunirse en el Azor, yate privado de Franco, el día 25 de agosto estando el barco cinco leguas mar adentro desde el monte Igueldo, frente a la ciudad de San Sebastián. Ese día de verano de 1948 se entrevistaron por primera vez el generalísimo Franco y Don Juan de Borbón. En el almuerzo, además estuvieron presentes el Infante Don Jaime, el general Martín Alonso, Pedro Galíndez, Sotomayor y Pedro Nieto Antúnez (comandante del Azor), Danvila, Eduardo Real de la Riva y Jesús Corcho.

El Régimen atravesaba graves dificultades: penuria económica, aislamiento internacional, represión interior. La conversación de alta mar debía tratar sobre la educación de un niño de nueve años, llamado Juan Carlos de Borbón, todo ello relacionado con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado. Franco explicó a Don Juan que la Ley de Sucesión no estaba pensada contra él, sino a la inversa, ya que su nombre había sido considerado siempre como el de «mejor derecho». Finalmente se acordó traer al joven príncipe (sin ser todavía oficial tal título en la dictadura) para que estudiara en España, junto con su hermano Alfonso.

Las reacciones de los círculos monárquicos en torno a la entrevista, fueron variadas pero, en general, desfavorables. Los ecos que la noticia despertó en la prensa extranjera fueron tan grandes y, a la vez contradictorios, que el 28 de agosto Franco dio una nota oficial con el objetivo de dejar las cosas bien claras: «Aparte de saludarse y cambiar pareceres sobre problemas generales, objeto concreto de la conversación fue la educación del Príncipe de Asturias que, por deseo de S.A.R. comenzará el próximo curso en Madrid sus estudios de bachillerato.»